En el segundo trimestre de 2025, el Gobierno del Reino Unido decidirá si abandona el mercado eléctrico nacional, y la tarificación zonal es una opción seria. Si se implementa, podría cambiar de forma permanente cómo y dónde los activos de almacenamiento de energía en baterías generan ingresos en Gran Bretaña.
Los inversores en baterías se enfrentan a una nueva realidad. Las restricciones en la red aumentan y la flexibilidad es cada vez más importante. Ambas reformas propuestas (un precio nacional reformado o un precio zonal) pueden modificar la previsibilidad —y rentabilidad— de las estrategias de despacho actuales.
- La ubicación ya determina el rendimiento a largo plazo en toda Gran Bretaña: las zonas de mayor demanda en el sur superan a largo plazo, mientras que las zonas con restricciones de generación rinden menos.
- La tarificación zonal codificaría esta disparidad en el mercado mayorista, cambiando las señales de precio, no solo las órdenes de despacho desde el centro de control.
- Las opciones nacionales reformadas (como el acceso no firme o reglas TCLC mejoradas) también modificarían las proyecciones de ingresos, especialmente si no se mejora la información sobre restricciones o la asignación de capacidad no es dinámica.
Este artículo explica qué implican ambos caminos de reforma para los casos de negocio de baterías en Gran Bretaña y destaca las acciones que operadores, desarrolladores e inversores deben tomar desde ya para anticiparse.
Puntos clave 
La certeza sobre los ingresos se reduce. Un mercado nacional reformado o zonal cambiará la previsibilidad de los patrones de despacho actuales.
- El potencial de despacho e ingresos dependerá cada vez más de qué lado de las principales fronteras de restricción se encuentre.






