La rescisión de contratos en el Mercado de Capacidad es poco común pero significativa, afectando aproximadamente al 1% de la capacidad en cada subasta T-4. Cada subasta adjudica más capacidad de baterías que la anterior, lo que significa que las rescisiones ahora afectan a una parte creciente del sistema y los riesgos que implican son cada vez más relevantes. Las baterías presentan tasas de rescisión superiores a la media, especialmente en rondas anteriores con precios de liquidación más bajos y factores de degradación más estrictos.
En promedio, el 1% de la capacidad de las subastas T-1 y el 3% de la capacidad de las subastas T-4 son rescindidas en cualquier momento. Esto se basa tanto en la capacidad degradada como en la capacidad de conexión.
La mayor proporción de rescisiones se observó en la subasta T-4 y T-1 de 2021/2022. Desde entonces, en ambas subastas, las rescisiones han disminuido.
Si bien la mayoría de las rescisiones ocurren mucho antes de la entrega y suelen reflejar retrasos en los proyectos en lugar de cancelaciones definitivas, las consecuencias financieras y operativas pueden ser graves. NESO cuenta con medidas para reducir estos riesgos, pero el patrón de rescisiones sigue representando una posible pérdida de capacidad e inversión, lo que genera desafíos no solo para desarrolladores y propietarios de activos, sino también para NESO.
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