Las “tasas de omisión” miden con qué frecuencia se dejan de lado acciones de balanceo más baratas en favor de otras más costosas en el Mecanismo de Balance. En otras palabras, son una forma de rastrear cuán eficientemente NESO (el Operador Nacional del Sistema Energético) despacha la energía en este mercado.

Hasta la fecha, las estimaciones de tasas de omisión han sido medidas y publicadas por terceros, incluido Modo Energy, utilizando diversos métodos.

Pero en diciembre de 2024, NESO publicó su propia metodología oficial, estandarizando cómo se calculan y comparten las tasas de omisión. El nuevo enfoque busca ser más transparente, detallado y podría sentar las bases para una comparación consistente entre tecnologías y unidades.

Entonces, ¿cómo funciona realmente la nueva metodología de tasas de omisión de NESO?

Para suscriptores de la Investigación de Modo Energy, este artículo cubre:

• Un recorrido por la nueva metodología de tasas de omisión de NESO.
• Qué nos dicen (y qué no) los conjuntos de datos relacionados.
• Cómo las exclusiones dan forma a cada versión de la tasa de omisión.
• Qué viene próximamente en la hoja de ruta de tasas de omisión de NESO.

Las tasas de omisión miden la eficiencia del despacho en el Mecanismo de Balance

El Mecanismo de Balance mantiene el equilibrio entre la oferta y la demanda. NESO debe despachar las unidades en orden de mérito: primero las más baratas, después las más caras. Cuando una unidad más barata es omitida, se considera “saltada”.

Las tasas de omisión miden con qué frecuencia ocurre esto. Las definiciones varían, pero el objetivo es el mismo: rastrear la eficiencia del despacho.

Desde 2023, Modo Energy utilizó varios métodos para monitorear el rendimiento de las baterías en el Mecanismo de Balance. Pero en diciembre de 2024, NESO introdujo una metodología oficial, implementando una forma estandarizada de calcular las tasas de omisión en todo el sistema.